LA DETENCIÓN DE UN REALISTA (1820)
En julio de 1820 fue apresado por orden del alcalde constitucional de Jaén “un sugeto sospechosísimo” tanto por las personas con las que pretendía contactar, supongo que partidarias declaradas del absolutismo, como por su extraña actitud y las contradicciones en las que incurrió al ser interrogado. Entre otras cosas denunció ser víctima de un robo que, según los liberales no ocurrió pues se le intervino “un brillante equipage, y en él vestidos de golilla y dinero”. La golilla era prenda o distintivo de ministro togado o de curial. Cuando el alcalde, don Mateo Candalija, examinaba unos papeles del presunto realista, éste se abalanzó para arrebatárselos y destruirlos. No tuvo éxito en la empresa de destruirlos. No hubo manera de obtener información del detenido.
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