miércoles, 9 de marzo de 2016

DESTERRADO POR AMANCEBADO (1612)



Hace unas semanas escribí en Retablo de la Vida Antigua sobre don Alfonso de Vico, un personaje de Huelma que fue condenado a servir al Rey, como soldado en sus presidios, por su conducta descontrolada e incontinente. Ahora voy a referir otro caso ocurrido en la misma villa, aunque muchos años antes. Era el año 1612 y Sebastián García estaba en la cárcel pública al ser acusado por el alcalde ordinario de "zierto delito de amanzebamiento y otros en cuya birtud fue presso y lo está en dicha carzel muchos dias". Y no contento con su encierro "por el dicho alcalde a sido condenado a seys años de destierro desta villa y su termino y jurisdiccion, los quatro prezisos y los dos voluntarios". No debemos pensar que Huelma en el siglo XVII albergase una comunidad de acendrado puritanismo, implacable con los más desenfadados, o que, en cambio, el ambiente de desenfreno fuese tal que obligase a sus justicias a actuar con medidas draconianas. Estas situaciones eran y son propias de todo tiempo y lugar. Los amancebamientos fueron muy frecuentes en todos los estamentos. De vez en cuando, eso sí, había redadas y algunos desgraciados pasaban una temporada a la sombra.  Seis años de destierro no eran, precisamente, una pena moderada. Los alcaldes ordinarios, en muchas ocasiones, imponían a los procesados unas sentencias de tal severidad que no dejan de producir cierta estupefacción. Es, sin embargo, improbable que Sebastián García cumpliese tal pena y se viese obligado a vivir errante, dejado de la mano de Dios, durante media docena de años. Las sentencias dictadas por tribunales concejiles o señoriales eran frecuentemente recurridas y modificadas por la Justicia real. 
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*El testimonio consta en Archivo Histórico Provincial de Jaén, legajo 6.673, fol. 184, año 1612, ante el escribano Ortega Navarro.

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