EL CONDE DE LAS ALMENAS Y LOS MODERADOS HISTÓRICOS (1880)
El moderantismo -partido "profundamente religioso, altamente monárquico y discretamente liberal, segú Claudio Moyano- vivió su etapa final con el inicio de la Restauración. Se produjo entonces una división entre los llamados moderados "resellados" y los "puros". Los primeros eran aquellos moderados que ingresaron en las filas canovistas y reconocieron la Constitución de 1876. Los segundos, aunque acataban la legalidad vigente, aspiraban a la imposible vuelta de Isabel II y de la Constitución de 1845. Eran los mas duros y reaccionarios. Los presidió, hasta 1878, el conde de Cheste y fueron personajes muy relevantes en dicho partido, entre otros, Valmaseda, el conde de Xiquena, Claudio Moyano y el conde de Puñoenrostro. En 1880 hubo una operación política destinada a integrar en el Partido Conservador a lo que quedaba del moderantismo más irreductible. Era conveniente mantenerlos bajo la autoridad de Cánovas a que reforzasen las filas del carlismo, de los neocatólicos o de los integristas. El conde de las Almenas, político y aristócrata de procedencia giennense participó en las conversaciones y tratos dirigidos a tal objetivo. El relativo éxito de tales negociaciones tuvo el correspondiente reconocimiento público en la cena organizada -y pagada- por Almenas el 20 de julio de 1880. Cenas y banquetes en general representaban una alegre y civilizada forma de sociabilidad y movilización política en la España de la Restauración. Mejor de esta manera que a tiros, sin duda. Es posible -y así se apuntaba en algún periódico- que el inductor de esta maniobra fuese el conde de Toreno a cuyo entorno político pertenecía Almenas. Asistieron al acto Romero Robledo -ministro de la Gobernación, hombre de gran astucia y experto en ganar elecciones- y el conde de Puñoenrostro, cabeza de los moderados históricos y resignado a la paulatina desaparición de su partido tras la muerte de Narváez. "Necrópolis" había llamado León y Castillo a dicha formación. La cena tuvo lugar en los Jardines del Buen Retiro. Almenas tenía buenas credenciales entre los moderados y, por su parte, quería expresar su agradecimiento a Romero Robledo que le había facilitado el acceso al Senado tras unas difíciles elecciones en Ciudad Real. Todo esto, según la prensa de izquierdas de la época, a pesar de "contar con universales antipatías en el país". El rival derrotado por Almenas, con métodos probablemente poco ortodoxos y con la eficaz influencia de los "húsares" romeristas, se llamaba Merelo. El moderantismo histórico no desapareció de manera inmediata pero algún paso se dio con este acuerdo del que fue testigo y, hasta cierto punto, artífice el conde de las Almenas. Unos meses más tarde, en noviembre de 1880, participó otra cena, celebrada en Sevilla, en homenaje a Romero Robledo. Entre los asistentes, la prensa menciona a un señor apellidado Abril. Creo que se refiere Gregorio Abril y Ávila, de Alcalá la Real y senador por Jaén en ese momento. Se da el caso de que en 1875 aparece como moderado histórico y opuesto a colaborar con los conservadores canovistas. En 1880 era ya conservador de obediencia romerista y constituiría uno de los puntales de dicha corriente en la provincia de Jaén. La relación de Almenas con los romeristas, en cambio, se deterioró años más tarde, con motivo de unas elecciones municipales en Jaén. Quede esta historia para otra ocasión.
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