El 24 de septiembre de 1833, relata el
Boletín Oficial de Jaén, fueron pasados por las armas, en el Castillo de Santa Catalina de Jaén, Antonio Maldonado y Felix Barranco
La Chota, vecinos de Dalías, Pedro Ruiz
La Negrita, vecino de Benamocarra. Eran autores de varios robos con homicidio, estupros y violaciones. Entre sus maldades destaca la amenaza que hicieron a un pobre viajero de freírle la asadura y, para ello, prepararon una sartén que pusieron al fuego. Capaces eran, desde luego, de tal infamia. Los tres habían estado en distintas prisiones. El día 19 de de dicho mes se amotinaron e intentaron asesinar al oficial que los custodiaba con el fin de darse a la fuga. Este hecho precipitó su ejecución que fue presenciada, además, por Juan Benítez, Juan Manuel Berdún y José Montilla implicados en dicho motín. Fueron procesados y condenados por la Justicia militar.
Enlazo su interesante entrada en @1492ambar.
ResponderEliminarSaludos D. Angel
Muy interesante Don Angel, toda vez que ilustra el periplo que a lo largo de los siglos tuvo el cadalso en Jaén mientras estuvo vigente la pena de muerte. Inédito el Castillo para mi, probablemente fuera lugar excepcional debido al encausamiento de la justicia militar. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, doña Ambar. Ya he visto que ha tenido usted la gentileza de dar cuenta en @1492ambar de algunas de mis entradas. Es usted muy generosa.
ResponderEliminarTambién es nuevo para mí el dato aunque, bien pensado, es de lo más lógico dado el carácter castrense del recinto. Los delincuentes eran, desde luego, de mucho cuidado y de horrendas inclinaciones.
ResponderEliminarPor cierto, enhorabuena por su blog que me permito enlazar en Historia Giennense.
Saludos.