jueves, 18 de octubre de 2018

PARTIDA CARLISTA EN RUS (1836)

Hoy, día de San Lucas, escribiré sobre otra partida carlista del XIX. En 1836 el alcalde constitucional de Rus, apellidado Díaz, informó a las autoridades de la irrupción en el pueblo, en pleno día, de una partida de dieciséis “facciosos”. Era, decía, la tercera vez que ocurría un hecho de tales características y con las mismas personas “que [en] muy anteriores entradas tomaron parte con los mismos, bociferando que el grueso de toda [se refiere quizás al total de la partida] a más de 400 caballos que residían por entonces en Canena.” El motivo de la entrada era conseguir caballos, monturas y armas que “por medio de un prolijo reconocimiento han estraído de las casas donde se encontraban”. En opinión del alcalde, la intención de los carlistas era dirigirse a Ibros y después a Baeza. Esta información fue enviada a esta ciudad, con el fin de que se comunicase también a Jaén, por medio de un criado del secretario del Ayuntamiento de Rus. El escrito, procedente del Archivo General de Simancas y realizado con evidente rapidez, no está fechado aunque, tras consultar la prensa de la época, creo que los hechos debieron de producirse a finales de octubre o a inicios de noviembre. La partida en cuestión estaba capitaneada por Peñuelas, Zarría, Morago, Pinto y los Chinchilla que eran tío y sobrino. También, gracias a la información de los periódicos, que debe tomarse con prudentes reservas por su hostilidad al bando realista, tras saquear Rus y Canena, los carlistas se dirigieron a Ibros aunque allí los vecinos, posiblemente avisados por el criado del secretario, y poco sensibles a pleitos dinásticos, los recibieron a tiros. Este hecho precipitó la división de la partida y el enfrentamiento entre sus cabecillas. Morago se hizo con el mando y, al parecer, Zarría fue tiroteado por la espalda, y mataron a Peñuelas. Los Chinchilla decidieron separarse con dieciséis jinetes pues decían que no querían ir en compañía de facinerosos. 

lunes, 1 de octubre de 2018

SOBRE UNA PARTIDA CARLISTA EN FUERTE DEL REY (1836)

Volvemos a editar Historia Giennense tras un largo período de silencio e inactividad. Comenzamos con noticias sobre una partida carlista, de las de la primera guerra, que hizo acto de presencia en Fuerte del Rey. Iban en busca de caballos o al menos de uno en concreto, propiedad de un labrador acomodado de allí. De esta forma, a inicios de diciembre de 1836*, el comandante general de la provincia de Jaén, don Antonio Romero, informó a la Capitanía General de Granada sobre el hecho de “haberse presentado unos rebeldes en el cortijo (no lo espresa) pidiendo un caballo de D. Cristóbal González, labrador en el Peñón de Zafra, término de Fuente del Rey, cuyo alcalde le da parte de esta ocurrencia”. Por su parte, el 3 de diciembre, el alcalde constitucional de la villa relató a las autoridades militares que don Cristóbal González, vecino y labrador de la villla, se presentó ante él 

“diciéndome que su aperador le había dado parte haber llegado a las inmediaciones del citado cortijo unos cuarenta facciosos, entre ellos siete lanceros, los que le preguntaron por el caballo del dicho don Cristóbal y como le contestestase que su amo lo tenía, se dirigieron acia otro cortijo llamado Marciáñez con cuyo motivo dispuse que todos los Nacionales y demás paisanos con armas velasen sobre este camino, toda la noche anterior, habiendose sabido que los facciosos se ausentaron”. 

Por aquellos días, milicianos nacionales y vecinos estaban con las armas aprestadas ante la presencia de estas partidas y, además, no dudaban en utilizarlas. No sólo, o no tanto, por razones ideológicas como por la necesidad de proteger sus modestos patrimonios de saqueos y expolios.
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*El informe del alcalde de Fuerte del Rey es del 3 de diciembre de 1836. El documento pertenece a los fondos del Archivo Histórico Nacional. El lector puede leer dos entradas sobre carlismo temprano en Jaén en Retablo de la Vida Antigua. Enlaces: el primero y el segundo.


jueves, 4 de enero de 2018

LA DETENCIÓN DE UN REALISTA (1820)


En julio de 1820 fue apresado por orden del alcalde constitucional de Jaén “un sugeto sospechosísimo” tanto por las personas con las que pretendía contactar, supongo que partidarias declaradas del absolutismo, como por su extraña actitud y las contradicciones en las que incurrió al ser interrogado. Entre otras cosas denunció ser víctima de un robo que, según los liberales no ocurrió pues se le intervino “un brillante equipage, y en él vestidos de golilla y dinero”. La golilla era prenda o distintivo de ministro togado o de curial. Cuando el alcalde, don Mateo Candalija, examinaba unos papeles del presunto realista, éste se abalanzó para arrebatárselos y destruirlos. No tuvo éxito en la empresa de destruirlos. No hubo manera de obtener información del detenido.