sábado, 30 de diciembre de 2017

DESDE LA CAROLINA (1820)

Las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena quedaron muy maltrechas tras la Guerra de la Independencia. El reinado de Fernando VII tampoco fue un período de paz y concierto capaz de propiciar un proceso de reconstrucción. A pesar de todo, en un artículo enviado desde La Carolina*, en noviembre de 1820, se refieren algunos progresos experimentados en esas Nuevas Poblaciones. Se menciona la expansión, todavía incipiente, del olivar. Era, según el autor, un cultivo muy adecuado para esas tierras, de tal manera que las estacas plantadas producían fruto a los tres años. La aceituna, afirma el escrito con cierto aire triunfalista, produce el doble de aceite “y de mejor calidad que la de casi todos los pueblos de esta provincia”. Imagino que esta afirmación provocó, entre los lectores giennenses, polémicas muy encendidas. Si el olivar presentaba unas excelentes perspectivas, no le iba a la zaga la cabaña de ganado caprino. El autor afirma, sin reservas, que “es sin disputa el mejor del mundo puesto que se crían machos de á 130 libras en limpio”. Ni Buffon, dice, los había registrado tan grandes como los que había en los pagos de Sierra Morena, “el verdadero diamente en bruto de la naturaleza vegetal y aún mineral”. Por último, menciona la leche de cabra que “no cede en esquisita a la de las Navas, que tanto se celebra en Madrid”.
___________________________
*Estas noticias están recogidas en un breve artículo publicado en Miscelánea de Comercio, Política y Literatura, 24 de noviembre de 1820.

No hay comentarios:

Publicar un comentario